JAVIER PELLICER: “UNO NO NACE ESCRITOR, NACE LECTOR”

Hola a todos, futuras escritoras y escritores del Instituto Príncipe Felipe de Madrid. En primer lugar, tengo que deciros que para mí es un auténtico honor poder dirigiros estas palabras y hablar un poco sobre mi gran pasión, que como ya sabéis es escribir. Vaya por delante que, a pesar de que ya haya publicado varios libros, todavía soy un escritor que está aprendiendo. De hecho, los escritores nunca dejamos de aprender. ¡Y eso es lo mejor de todo! Superarse a uno mismo es siempre lo más divertido.

Todavía recuerdo con cariño cómo fueron mis inicios. En realidad, uno no nace escritor, nace lector. Antes de empezar a escribir una historia tienes que haber leído las de otros, y tienes que amar los libros. Lo cual es fácil, porque hay libros para todos los gustos. Recuerdo que al principio mis favoritos eran los de ciencia ficción y fantasía: “Crónicas de la Dragonlance”, “Dune” o “Cita con Rama”. Pero el libro que hizo que deseara ser escritor fue “El Señor de los Anillos”. A partir de entonces, supe que yo quería crear mis propias aventuras e historias. No fue sencillo, porque nada que valga la pena lo es. Empecé escribiendo pequeños relatos que guardaba para mí. La sensación de estar dando forma a mundos que no existían, a personajes que nacían de mi cabeza (y de mi corazón, eso es importante), a historias emocionantes... Esa sensación no tiene precio. Y os enganchará si lo probáis, estoy convencido.

Hasta que un buen día decidí compartir esos relatos en webs y foros literarios, donde otros escritores aficionados como yo hacían lo mismo. Unos a otros nos animábamos y mejorábamos juntos. Publiqué algunos de ellos en pequeñas antologías, y fui cogiendo confianza. Mientras tanto, yo seguía escribiendo sin parar, pero eso sí, siempre sin dejar de leer. Recordad que esa es la clave: practicar mientras sigues leyendo, así es como el escritor crea su base de conocimientos literarios.

La otra clave, por supuesto, es la paciencia. Ser escritor es como una carrera, pero no de velocidad, sino de fondo. Necesitar ser constante y sobre todo amar lo que haces. No parar de escribir (¡y leer! No me cansaré de repetirlo), pero siempre disfrutando con ello. Probar, experimentar hasta encontrar las historias que tu imaginación te susurre, el género en el que te sientas más cómodo, y luego seguir escribiendo para ir mejorando más y más. Olvidad las prisas, no penséis en publicar, eso ya llegará cuando estéis preparados. Nadie nace enseñado.

Yo tardé mucho tiempo en publicar un libro, pero hasta entonces me divertí muchísimo, así que nunca me arrepiento de habérmelo tomado con calma. Al hacerlo así, logré aprender mucho y mejorar lo suficiente para que una buena editorial quisiera publicar mi primera novela, “El espíritu del lince”. Y ahora, con mi tercera obra, “Leones de Aníbal” (que os recomiendo, porque está llena de aventuras y además aprenderíais Historia), tengo el orgullo de estar con una de las editoriales más grandes del país, Edhasa, y mi libro se puede encontrar incluso fuera de España, en países como Argentina, México o Chile.

Pero nada de eso llega si uno tiene prisa. Paso a paso. Aquellos de vosotros que decidáis empezar a escribir, algo que os recomiendo muchísimo, tenéis que hacerlo con un solo objetivo: aprender mientras os divertís. Sois muy jóvenes, tenéis toda la vida por delante. Y si lo hacéis así, estoy seguro de que algún día seréis grandes escritores, mucho mejores que yo. Y además os lo pasaréis genial, que al fin y al cabo es lo más importante.  ¡Un abrazo a todos!